lunes, 9 de noviembre de 2009

Narrador

Anhelado narrador, tú que siempre has estado presente, tú que siempre has hablado cuando menos oía, tú que me lo diste todo cuando menos quería. Has sido el jarro de agua fría y la más cálida de las mantas en esas tardes frías.


Con tu omnisciencia supiste luchar y aun siendo conocedor de todo lo que sabías, sólo me dijiste lo que tenía derecho a saber.

¡Oh narrador! no me olvides, llévame contigo a esos mundos, a esas historias; o mejor, déjame ser ahora tu guía, yo te mostraré los placeres del lector. Sólo tienes que estar conmigo, y dejarte llevar por esas historias que jamás has contado, serás el sorprendido, el impaciente, el lector empedernido. Serás parte de este trapecio, serás parte de este juego, serás parte de esta historia, serás....

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