lunes, 2 de noviembre de 2009

Escaleras arriba está la duna.

Dos libros me seducen, invitándome a invadirlos, despedanzando sus renglones, mimetizándome en su ortografía, delirando su sintaxis. Opto por uno, me desprecia el otro, beso su lomo, y me dejo ir... todo a mi alrededor comienza a desaparecer, mientras emerge un mundo nuevo, una fantasía a la que soy invitada...

 Arcadia de sonoros silencios, de imágenes creadas y desfiguradas , para luego ser de nuevo inventadas...
Retorno a mis adentros, a mi mundo lúgubre, tenebroso...jamás debí abandonar esta humedad, este pequeño espacio. Subo las escaleras metálicas, regreso a mi espacio, mi útero, a mi aislamiento. Comencé a cortar las líneas, a quemar los puentes. Necesito soledad, necesito olvidar, necesito  ordenar estos fragmentos difusos, buscar si queda algo de mí, algo que pueda darme una pista del camino extraviado. Me alejo del camino elegido, y me pierdo en la oscuridad absoluta, dejándome seducir por las tinieblas brillantes. Mi amada oscuridad, mi soledad, mi silencio. Quiero olvidar, borrar todos los últimos recuerdos, aquellos espejismos, alucinaciones de compañía. Quiero olvidar, sumergirme bajo las aguas de la fragilidad amnésica.Y en medio de sonidos de músicas sin nombre me dejo llevar...no sé quien es , ni de donde viene, ni a dónde irá...pero me dejo llevar...rostro sin nombre, nombre sin rostro...me tumbo bocarriba,miro el techo,dejo a la luz ,q se cuela por la ventana, moverse libremente hasta que su última posición me dice que son  más de las 21.00 horas.Ha oscurecido y ni me he dado cuenta.Pasa el tiempo y sigo mirando a la nada.Espero, siempre espero.

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