domingo, 8 de noviembre de 2009

a contra tiempo

Tus ojos clavados allí en lo más profundo de mí, en el fondo de los míos. Mi mirada rompiendo el silencio para nombrarte hasta con las manos que descansan en el hielo de tu vacío, del vacío que comienza inmediatamente fuera de tu piel. Mi boca buscando palabras, mentiras o verdades que sirvan de camino a tu boca, aunque el camino no exista, aunque ya lo haya andado. Tus sueños galopando por alguna parte. Mis sueños que sueñan con que los tuyos se desbocan por mi boca. Mi cuerpo roto de estirarse hasta tí. Tu cuerpo roto de correr por el péndulo de aquel viejo reloj que tenía miedo a pararse. Mi esperanza empapada sobre la hierba que sufría aquella tormenta de verano. Tú que mientras vives ya cuidas de mí. Yo que mientras vivo, imagino que vienes a romper la magia que supone esperar el milagro de ver cómo algún día te fundes conmigo. Y yo que mientras tanto lucho contra el racimo de dudas de que esto tenga algún sentido, lucho contra mí, contra el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario