Existen...
"Como siempre que sueño contigo, durante un intervalo cortísimo siento el alivio de haberte recuperado. Unos segundos apenas y me encuentro tumbada en la cama. Y el hecho de reconocer que es sólo un sueño me pesa a la altura del aire y me cuesta un poquito respirar, como si tuviese pitos por un catarro.
Como siempre que sueño contigo, se me pasa el enfado y te echo de menos tanto que que no sé cómo manejarlo. Vuelvo a pensar excusas para todo y me empiezan a parecer plausibles, aún sabiendo que no debo hacerlo. Y la sorpresa desagradable de que no he superado nada porque al mínimo roce se me cae la careta de “has elegido ese camino, no ha sido mi decisión” y bla bla bla.
Como siempre que sueño contigo, no te recupero del todo. Siempre pasan cosas extrañas y hay algo que no acaba de funcionar, pero es un comienzo. Y luego me doy cuenta de que no hay nada de nada: ni comienzo ni final. Porque si hubiera habido un final, las cosas serían distintas, pero no así. Sin razones ni despedidas de puertas cerradas...Como siempre que sueño contigo, vuelvo a considerar la posibilidad de llamarte durante algún tiempo. Y cuando caigo en la derrota, en los para qué, en los intentos fallidos, es como despertarme tumbada en la cama. Ese dolor que ya no duele pero que es seco y se me agarra a la garganta. Y me siento un poco más sola y un poco más lejos.
Como siempre que sueño contigo."
de Bereni-C
viernes, 11 de diciembre de 2009
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