Como tantos otros vivo,
sabiendo
que un dia dejaré de ser,
sin darme cuenta,
sin ninguna verdad
que me saque de la duda.
Moriré, como nací,
sin ninguna respuesta.
Sin saber, quizás,
si valió la pena.
Si merecía la vida.
Si merezco la muerte.
Si...
Siempre tienen
las mismas cosas,
los mismos argumentos.
Siempre vivimos todos
engañándonos,
sin pensar en nada.
Sin osar siquiera recordar
que no somos nadie:
Que hay miles de hombres
y de bestias
con las mismas ilusiones
que nosotros.
Pero...
¡Lo sieno!
No me gusta vivir
como una abeja,
que tiene un destino
que no resuelve nada.
Ni como una hormiga,
amargada por su enorme
cabezota que no piensa.
¡No!
la vida tiene
que tener algo,
que nos llene el alma
completamente,
sin dejar resquicios
por los que escape
la duda o el temor.
Yo soy un hombre.
Uno.Unico.
Predispuesto para ser.
Para vivir.
Para morir.
Donde se funde el milagro
de la bestia y la inteligencia.
Yo soy toda mi vida.
Toda mi alma.
Todo está encadenado a mí.
domingo, 14 de junio de 2009
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